jueves, 1 de octubre de 2009

San Andrés

Dice Virilio que la velocidad del transporte multiplica la ausencia. Antaño se le aconsejaba al neurasténico viajar para olvidar, viajar paliaba la tentación del suicidio oponiéndole un sustituto: la pequeña muerte de las partidas.

Voy a ausentarme unos días. Me voy sola para cobijarme en unos muros que llevan 800 años bajo la luz de las estrellas y en cuanto llegue apagaré todo lo que me conecta al mundo. Tengo la intuición de que en el silencio está lo que busco.