jueves, 1 de octubre de 2009

San Andrés

Dice Virilio que la velocidad del transporte multiplica la ausencia. Antaño se le aconsejaba al neurasténico viajar para olvidar, viajar paliaba la tentación del suicidio oponiéndole un sustituto: la pequeña muerte de las partidas.

Voy a ausentarme unos días. Me voy sola para cobijarme en unos muros que llevan 800 años bajo la luz de las estrellas y en cuanto llegue apagaré todo lo que me conecta al mundo. Tengo la intuición de que en el silencio está lo que busco.

lunes, 3 de agosto de 2009

Errores y Señoras


Los ingleses distinguen dos palabras, error y mistake para designar a los desaciertos. La primera se refiere a lo incorrecto, lo que se sale de lo admitido, mientras la segunda es más la equivocación, el error que conlleva un aprendizaje.

Me declaro absolutamente adicta a los dos. Lo malo es que cuando te enganchas, es difícil saber qué es lo que estás comentiendo; es decir, si es una estupidez con sentido que algún día entenderé, o una estupidez a secas.

Últimamente me he empeñado en felicitar en un par de ocasiones a alguien que me ignora. Me consuela pensar que a pesar de todo mi actitud es la de una señora..., pero también una señora debe saber hasta donde llegar. Y más aún respetar los procesos de aprendizaje ajenos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Aclaraciones

En la anterior crónica, explicaba por qué decidí hacerme esteticién: las idas y vueltas que tuve que dar hasta que comprendí que mi camino eran las pinzas y la laca. No han querido los dioses y mi torpeza que quede escrito, así que sólo quedará como un vago sueño en la memoria de unos pocos seres errantes que lo encontraron. O quizás ni siquiera fuera así.

Os dejo en todo caso los posos del té de aquella entrada ciega. La razón última por la que bebí el veneno del tinte. Sin anestesia ni red.

Por las noches me parece oir hablar a mis abuelas entre risas:
- ¡La vida en la nebulosa no es tan extraña como parecía al principio!.
- Ja, ja, ja! Siempre que tengas a mano una biodramina, claro.
- ¡Anda con dios! eso, y que mantengas a los baobabs a raya...

No se me ocurre otra forma más arcana de decirlo; que comparto sangre con los hijos de Saturno.

miércoles, 22 de abril de 2009

Secretos de salón (de belleza)

Hola, soy la esteticién del Capitán Spock. En realidad, soy más cosas, pero por ahora, no voy a revelar mi identidad secreta. No tendría sentido. He viajado en la Enterprise desde que me contrataron después de sacarme el título por CCC. Mogollón. Se podría decir que mi secador conoce los secretos más secretos del universo.

Tantos años al lado del capitán, haciéndole las cejas cada semana, crearon una relación profunda entre nosotros. Más profunda si cabe que la que hubiese podido tener con su psicoanalista (extremo del todo impensable, ya que Mr. Spock, vulcaniano confeso, no tenía sentimientos). Más íntima, porque en mi camilla, en calzoncillos y embadurnado de exfoliante, el capitán era más humano que nunca.

Siempre le echaré de menos. Las galaxias sin él no son lo mismo. Y mi clínica, desde que él nos dejó, está más rosa palo que nunca.

Era un hombre fascinating.