lunes, 2 de agosto de 2010

De teflón

Ella le dijo que le gustaban sus ojos. Él sintió que la llama que había pretendido apagar para esa cita se encendía. Ella miró hacia el fondo de su vaso como si contuviera algún intrincado misterio. Él pensó que aunque viviera mil años, nunca entendería a una mujer. Ella se dio cuenta de que era tarde. Él se ofreció a acompañarla a su casa, ya que ella rechazó varias veces la oferta de quedarse a dormir en la de él. Cogieron el búho. Durante el trayecto, ella le colocó el cuello de la camisa, mientras le hablaba de su ex. Él empezaba a hartarse, pero no dijo nada por temor a que se rompiera el encantamiento. Subieron a su casa. Él prefería un gin-tonic. No se lo terminó. Ella acabó antes de quitarle los pantalones. Él hizo lo propio con su sujetador, y volvieron a cenar juntos esa noche, esta vez en la cama. En la penumbra, ella dejó de ser "la desconocida". A él se le olvidó que era un tirillas. Compartieron todo lo que un ser humano desnudo puede compartir en una noche de julio, y en la mañana de esa ciudad satélite de la urbe nodriza, él volvió a creer en los sueños y ella a recordar a su ex.
En el autobús de vuelta, con el sol de agosto taladrándole el flanco derecho, llamó a su amigo para contarle lo que había pasado. Una noche de color arándanos, con aromas de tabaco y ginebra sin terminar, con cuerpo, sabor rotundo en boca, con un corto pero placentero retrogusto que estaba empezando a subirse a su cabeza.
- Ya tío, pero te la has tirao, ¿no?
- ...sí
- Bueno, ¿y entonces?

domingo, 6 de junio de 2010

Calor

Cuando parece que todo se desquicia, que no tiene sentido, que el mundo es una jaula de grillos... Resulta que aparece alguien, y te hace ver la sencillez de la respuesta.

Últimamente, las tardes son un corto oasis. Un fondo de acordes clásicos interrumpidos a ratos por la voz en alemán de un locutor muy serio, ponen el escenario. El resto lo hace la madera, que lo envuelve todo. ¿Por qué lo de tienes la cabeza llena de serrín? ...tener la cabeza así debe ser maravilloso.

El maestro de taller habla. Yo le escucho. Se encienden las preguntas y vienen las verdades. Ética, economía, educación, tecnología, política... ¡se vuelven tan humanas en el leve acento gallego que aún le queda a este ser del mundo!

Cuando acaba la jornada, mientras conduzco de camino a casa, me envuelvo en la atávica caricia de los seres-árbol.
No me extraña nada que todo surgiera en torno a una hoguera.

domingo, 25 de abril de 2010

Desde nuestro sur

Pues la he encontrado. La canción es de una mujer rebelde y a la vez con una belleza de esas a las que no puedes dejar de sucumbir. Se llama Rokia Traoré. Nació en Mali, en el seno de una familia de rancio abolengo. Sería algo así como los Romanov en Rusia o la casa de Alba de aquí. Su pelo rapado, su esbeltez de reina, su voz íntima, sus pies descalzos contribuyen a la magia que tiene lugar cuando aparece.

Me encanta su voz cuando se rasga en el espacio sonoro y se funde en el dúo. Aunque sea un idioma desconocido, aunque parezca una canción tradicional de las landas, ¿quién puede decir oyéndola que la voz no tiene color?

jueves, 18 de marzo de 2010

Fe

Hay una canción que quiero escuchar, pero aún no ha llegado. Sabré con certeza que es ella en el preciso instante en que la escuche, lo que pasa es que aún no ha ocurrido. Que no la haya escuchado no quiere decir que no exista, si no que no hemos coincidido.
Que pretencioso juzgar un hecho únicamente por la apreciación circunstancial de una antena receptora con un largo historial de fallos de percepción...
De momento esta noche cerraré las puertas lógicas de mi cerebro y me entregaré en cuerpo y alma al mágico placer de esperar lo inesperado.

Y parecía mentira, pero ha llegado la primavera.

viernes, 19 de febrero de 2010

Take it easy

En los últimos tiempos ando excesivamente nerviosa, de hecho, incluso empiezo a somatizar síntomas de la ansiedad. Me gustaría intentar unas sesiones de yoga, a ver si conecto los cables que se han ido descolocando con el día a día! Mientras tanto, me refugio en un paraiso privado, con acceso restringido de lo que a mí me da la gana.

Suele ocurrir cuando rozo los ocho miles de tensión,entonces me voy a una playa de arena blanca blanquísima y mar azul profundo. La luz es intensa, parecida a la de algunas escenas de Lucia y el sexo. Hay un chamizo de cañas y postes de madera, en uno de los cuales hay colgado un móvil de conchas que suena al moverlas la brisa. Es precisamente la recreación de ese sonido con olas de fondo lo que me calma.

Todo esto me hace plantearme en serio la huida de Madrid. Aquí no tintinean las caracolas más que en mi cabeza.

martes, 2 de febrero de 2010

Tributo

He encontrado este blog maravilloso.

http://amis95.blogspot.com/

Desgraciadamente la protagonista ya no está con nosotros, pero es un documento único de la humanidad inmensa que anida en algunos seres de este planeta. Me ha hecho llorar (ultimamente estoy muy sensiblona) y reir (joer, que le den a la mujer croquetas!).

Gracias Maria Amelia. DEP.

lunes, 1 de febrero de 2010

Pariente Lejano

El otro día, me crucé con alguien familiar. Inmediatamente reconocí los rasgos tantas veces observados, ¡es increíble lo parecidos que pueden llegar a ser dos individuos separados por una generación!, o a lo mejor ni siquiera eso. Mismo pelo, misma expresión facial, misma forma de caminar...

Me entró una nostalgia infinita, la eché de menos y me puse a llorar. Donde quiera que estés, cómo me gustaría poder acariciar tu cabecita.