miércoles, 12 de diciembre de 2012

La gata del huerto

En el huerto de mi tío hay una gatita muy cariñosa a la que hasta ayer había visto apenas un par de veces. Las suficientes para intuir un carácter muy afectivo, ya que después de acariciarle una vez la cabecita, ya me seguía a todos lados.


Ayer fui al huerto y me extrañó no ver salir a la gata. Busqué un poco y la encontré adormilada entre cachivaches varios. Qué raro... se movía lentamente... me fijé bien y vi que no apoyaba en el suelo una de su patas traseras. ¡Pobrecita! tenía una herida enorme ahí.


Y empezó el despliegue de emergencia.
Llamé a mi prima C. para que me ayudara y trajera betadine. Le limpiamos la herida como pudimos pero yo no me quedé muy tranquila. La pata estaba hinchada. Como mucho C. y yo habíamos acariciado a la infección.


Me acerqué a casa de mi prima M.I. que es médico de vacaciones esta semana, y decidimos llevar al animal al veterinario. Nos acompañó mi tía MB. En mi familia no hay muchos simpatizantes de los gatos, en todo caso hay amantes de los perros. Y en eso, mi tía MB es la que más. Superlativa en muchos aspectos, ése es uno de ellos. Creo que si le tocara la lotería no se iría al Caribe, pondría un refugio de perritos callejeros.  Eso dice ella.
En el veterinario, la veterinaria nos preguntó el nombre de la gata para hacerle la ficha. Nos miramos las tres... NO TIENE NOMBRE! Y le dije el primero que se me ocurrió, un explosivo Pipa.
--Edad... Volvemos mirarnos las tres...
---No sabemos. La veterinaria dictamina entre 6 y 8 meses tras mirarle los dientes.
--Ha comido hoy? En esa mirada a tres le confesamos que el animal no es nuestro, que la hemos llevado ahí por la urgencia de su herida.
La veterinaria debe pensar algo que no dice y termina la ficha sin preguntar nada más.
En ese momento empezó la parte más dolorosa para Pipa, recién nominada y mi tía Mb, por ser empática superlativa. La veterinaria le limpió la infección de la herida sin sedarla mientras M.I. sujetaba a la gata que de vez en cuando se quejaba sin oponer más resistencia. Es una gata extraordinaria, la veterinaria nos aseguró que nunca había visto a un gato con tan buen carácter, que se dejara hacer lo que le había hecho sin sedar y sin defenderse.


Como en mi casa hace mucho frío, yo duermo en casa de mi tía A. a quien no le gustan los animales. Por eso y porque mi tía MB y su hija, mi prima M.I. (que se la habría llevado encantada) tienen una perrita, esta noche ha dormido en la cocinilla del huerto. Calentita, eso sí, y con la mejor comida que ha probado en su vida. En un rato me pasaré a ver qué tal está. Seguiré informando.


1 comentario :

  1. Es bonita y tiene cara de buena. La vida rural tiene un sinfín de cosas positivas, no siendo una de ellas el cuidado de los animales si no son de los que dan leche, carne o huevos o ayudan en las labores agrícolas (que tampoco es que se les respete demasiado). Qué contenta me he puesto de cómo has tratado a Pipa. Cuando has puesto lo de Pipa Pupa me he acordado de que Pupa es una manera de decir muñeca en italiano :)

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