domingo, 6 de junio de 2010

Calor

Cuando parece que todo se desquicia, que no tiene sentido, que el mundo es una jaula de grillos... Resulta que aparece alguien, y te hace ver la sencillez de la respuesta.

Últimamente, las tardes son un corto oasis. Un fondo de acordes clásicos interrumpidos a ratos por la voz en alemán de un locutor muy serio, ponen el escenario. El resto lo hace la madera, que lo envuelve todo. ¿Por qué lo de tienes la cabeza llena de serrín? ...tener la cabeza así debe ser maravilloso.

El maestro de taller habla. Yo le escucho. Se encienden las preguntas y vienen las verdades. Ética, economía, educación, tecnología, política... ¡se vuelven tan humanas en el leve acento gallego que aún le queda a este ser del mundo!

Cuando acaba la jornada, mientras conduzco de camino a casa, me envuelvo en la atávica caricia de los seres-árbol.
No me extraña nada que todo surgiera en torno a una hoguera.

3 comentarios :

  1. Qué místico... casi parece que hay que ponerse a hacer mandalas y ver Pequeño Buda en versión original... (y mira que lo malo de esa peli es Chris Isaak haciendo de actor y no cantando... ¡con lo que me chifla su voz!)... xxD

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  2. Quien siente el tacto, el olor, el sabor...quien mira, quien escucha el son, quien tiene en sus manos los elementos básicos, puros de la naturaleza, es afortunado. Entiendo tu serenidad de regreso a casa. La entiendo.

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  3. EN TORNO AL FUEGO DADOR DE VIDA, DE ACCION. A MI TAMPOCO ME SORPRENDE. EL PROBLEMA HA SIDO ABANDONAR EL BOSQUE Y OLVIDAR CON ELLO DE DONDE VENIAMOS...

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