miércoles, 24 de octubre de 2012

Desde el desabrigo

Desaparecemos entre las sombras deshilvanadas
de lo que fue desaforado y hasta insondable.
Desalojamos los besos desbocados de la almohada.
Descendió la tristeza como un chaparrón
que desaguó por dentro.
Vino el desaguisado de deshabituarnos al deseo,
descuidando las normas básicas que establecen
despertar cada día desvistiendo el desánimo.
Lo peor de todo fue el descrédito,
cuando descubrimos
la deshonestidad
del desarraigo.

2 comentarios :

  1. Es desamor?

    Mucho tiempo sin pasarme a verte... Un gusto volver a tus letras.
    :)

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  2. Exactamente, eso es lo que es.

    Un placer reencontrarte. :)

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