martes, 26 de febrero de 2013

1826 días

A las siete menos cuarto de la madrugada. Te fuiste con una sonrisa y una lágrima, como es pertinente en las despedidas más elegantes. También era martes. Hay tantas cosas que me gustaría contarte... el almendro del huerto está con flor. De noche sus ramas cruzan el plenilunio helado de estos días en una imagen que duele de tanta belleza. Es junto a la alberca donde siento con más fuerza tu presencia y tus ganas de decirme alguna cosa. Sigo cuidando la tierra y a sus habitantes. Anabel sigue cuidando la vida. Las dos cuidamos la memoria. Como ves tenemos perfectamente repartidas las tareas importantes. Aún hay canciones que se me quedan anudadas a la garganta, aunque ya no me ahogo cuando veo fotografías. ¿Sabes que la medicina china, relaciona la tristeza con el pulmón? Te echo de menos x 5, pero no estoy triste. Sé que andas cerca.
Por hoy, voy a detenerme especialmente en la intrascendencia.

6 comentarios :

  1. me encantó lo que escribiste, lo de las tareas importantes...me haces pensar miss Spock!

    ResponderEliminar
  2. Memorias que se llevan en los músculos. Reconozco el huerto, el almendro, la tierra roja, el cielo... y la única palabra con la que sólo la puedo nombrar a ella. Mamá.
    Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué te puedo decir entonces? Sabes perfectamente de lo que hablo... Hablas de la memoria de los músculos, y pienso en el cerebro reptiliano y en el límbico. Si, algunas cosas se procesan en las tripas.

      Gracias Victoria, otro beso.

      Eliminar