martes, 5 de marzo de 2013

De música, comida y Panateneas

Esta entrada es algo que tengo pendiente con alguien que considera que el nivel musical de este espacio deja mucho que desear...  Un motivo más para que siga pensándolo :-)

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido.
Leonard Bernstein

Soy una mujer afortunada. En las últimas semanas me han enviado más canciones que en los últimos años (bastantes años). He pensado sobre ello, ¿qué es lo que lleva a alguien a enviarle una canción a otra persona? y he llegado a la conclusión de que la música es algo así como la teleasistencia... una manera de llegar a alguien cuando está lejos. 

Considero que la forma de cuidado primigénea es el alimento. Es lo más básico. La necesidad física más perentoria que precisa de elaboración. ¿Quién no recuerda con especial cariño la comida materna o la de la abuela? Para mí, hay platos asociados a olores, colores y luces intensamente arraigados a los recuerdos de infancia. El alimento es básico para mantener las funciones biológicas de la vida, pero por el arte de la alquimia transformadora del fuego y de unas manos, se convierte también en modulador de las emociones... Las veces en las que por alguna razón he pasado por la UCI emocional, en un principio mi cuerpo rechazaba la comida, y comer, aunque fuese sin ganas, siempre ha significado el inicio de la recuperación... Seguro que las células tienen memoria, y dentro de esa memoria, se guardan al igual que el código génetico, los sabores de los alimentos que se producen en tu entorno. Son un puente con el medio: la tierra los produce para nutrirnos. ¿Por qué si no un emigrante añora tanto la comida de su tierra? ¿Por qué hay platos que son más nuestros?

Si la comida tiene una función que va más allá de la física, la música, quizás por su inmaterialidad, es sobre todo espiritual.. Está documentado el hecho de los monjes benedictinos que enfermaron misteriosamente al reducirles el número de horas dedicadas al canto gregoriano por un cambio en la liturgia. La música, como todo lo que nos rodea, es una forma de energía. Es probable que en determinados momentos, en presencia o ausencia de determinadas vibraciones, necesitemos una exposición a frecuencias concretas. En mi caso, la música clásica es un bálsamo, es casi el 90% de lo que escucho en las épocas de crisis. Sin embargo, cuando necesito conectarme con mi parte más sensible, no sé por qué, escucho fados (si... ufffffffff). El resto del tiempo, soy variable, aunque me encanta descubrir sonidos del mundo, de otras culturas. Y también escucho a veces los 40 principales...

En esta ocasión, para culminar tanto rollo, podría haber demostrado mejor gusto, lo sé, pero voy a compensar con algo más ligero sin que por ello deje de ser una rareza. No sabría decirte si el video roza la vulgaridad. Si eso al menos no la traspasa... La artista en cuestión es griega y aquí, canta un reggaeton. Las cosas de la mente... me ha dado por pensar... imagínate que por un agujero de gusano de esos de la teoría de cuerdas, se encontraran los griegos del s.V a.C. con esta tía... Yo creo que Pericles como poco la ponía la primera en la procesión de las Panateneas. Y Fidias... Fidias a ésta  le hacía un bajorrelieve... vamos, fijo.


4 comentarios :

  1. increible el video, en griego lo saca de vulgaridad!!! coincido en lo de la comida, es la manera de transmitir amor en su mas pura expresion! nos recuerda a nuestra madre, nuestra casa, lo que produce nuestra tierra. Es eso que nos pasa cuando tenemos que ir a comprar un kilo de cerezas en plena metropolis cuando en nuestra infancia trepabamos arboles para comerlas tibias...la musica a la distancia es como una traduccion de las emociones de ese momento...

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    1. Así es, esa es la idea.. Dicho lo cual, a ver cuándo me invitas a probar alguna de tus especialidades culinarias!! ;) Gracias por tu música transmisora de emociones.

      Me alegro mucho de que te guste el video...

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  2. Coincido totalmente. La musica es el alimento del espiritu. Como un buen te, siempre consigue 'templarme'. Y cuando hablamos de tocarla (digamos, por ejemplo, el acariciar las teclas de mi querido piano)la sensacion se vuelve mucho mas intensa.

    En fin, que musica y buenos alimentos todos los dias... la dieta perfecta.

    (Perdona que no ponga ni un acento, pero es que escribo en un teclado que no los tiene... no es que les haya cogido mania ni nada :D)

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    1. Juan Ramón Jiménez decía "Amor y poesía, cada día", pero me gusta mucho también esta otra versión tuya "Música y buenos alimentos, todos los días.."

      Qué bueno que toques el piano, y que tomes té!!(eh, quedas excusada de los acentos, no te preocupes). La música en directo ya merece una mención especial, porque compartes en el mismo espacio-tiempo el estado del intérprete, y eso hace única la experiencia. Gracias por comentar. ;)

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