sábado, 11 de mayo de 2013

Cuando florece la celinda

Mi tiempo en primavera se mide por floraciones, y tú, has llegado cuando florece la celinda. Justo en ese momento, cuando están terminando los castaños de Indias y antes de que lo hagan los árboles del paraíso. 

La celinda o celindo es un arbusto de mi infancia. Hay uno justo a la entrada de la casa de mis padres en la gran urbe y otro en el huerto. ¿Será por eso que la primavera  huele y tiene el color de un ramo de flores de lilas y celinda? Más tarde, cuando aprendí los nombres de muchas otras plantas más, aquel gran tipo catedrático emérito de la escuela de ingenieros, me explicó el por qué de su nombre científico. Philadelphus coronarius, amor filial entre hermanos, porque sus ramas salen todas muy juntas desde abajo, igual que en el avellano... Y me gusta que tú, Manuel, hayas hecho tu aparición a este mundo cuando florece la celinda. Justo en ese momento, ni antes ni después. Porque me recuerda el amor que me une a tu madre, ese que circula por las venas y se expresa con los ojos cuando no nos miramos. Porque me recuerda también a todas las ramas que constituimos un tronco único, una estirpe. Todas esas ramas, ahora se doblan para darte la bienvenida, celebrar la vida y el rebrote de la sangre...

No quiero pensar que heredas la tierra justo en ese momento en el que alcanzamos una concentración histórica de CO2 en la atmósfera. De las economías, mejor ni hablamos... Ya tendremos tiempo para conducirte por los caminos. De momento vamos a atender al milagro y a lo primitivo, que es lo propio en este estadio de tu existencia. Lo que más engancha. Asentemos las raíces primero y sin prisas, que no es tiempo aún de los aromas.

Ahora es asumir tu nombre y tu canción, que está llena de aire, tierra y mar de una isla. De perfume y luz de flores de celinda. Tu canción, tan importante para algunos pueblos en África, te la han asignado públicamente las ondas hertzianas como un regalo maravilloso en tu primer día de vida. Vas a ser un chico afortunado, Manuel, lo noto justo en ese momento cuando te agarras con tanta fuerza a mi mano. No te sueltes, que vamos a dar un paseo...



12 comentarios :

  1. Qué bonito. Mañana es el 5to cumpleaños de mi sobrina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas felicidades, Blau. Celébralo por todo lo alto, como merece la ocasión.

      Eliminar
  2. Curioso nombre científico y significado de la celinda, y lo que se aprende leyendo este blog!!:-)
    Y si, creo que Manuel será un chico muy afortunado, conociendo un poquito a la autora-tita primeriza, no dudo que lo será...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. :)

      (Y un suspiro de satisfacción, que eso no tiene emoticono y necesita todas estas palabras, para una cosa tan simple que hasta Manuel ya sabe hacer)

      Eliminar
  3. Manuel, ya me gustaría a mí tener una canción como esa para acompañarme durante la vida. No sé si la Esteticién se la escuchó alguna vez al Capitán Spock... No sé... Lo que está claro es que te la ha regalado a ti.
    Suerte para este viaje. Creo que la Esteticién y todas las raíces de tu tierra te siguen de cerca.
    :)
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Crees bien, Victoria. Estamos todos atentos al nuevo brote... No tenemos muy claro a quién se parece, pero nos da que al abuelo. Y esa canción... es una nana africana. De dónde viene es una larga historia, pero he de confesarte, que el Capitán tiene un oído pésimo.

      Besos :)

      Eliminar
  4. Lo bueno de la primavera es "renacer" por tanto seguro que las próximas primaveras de Manuel, serán mucho más colorida....Confiemos en ello.
    Tú manten cerca tu H2O para darle de beber cuándo te lo pida o lo necesite..
    Un beso tita
    Cabaretera

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es verdad, ¿qué mejor momento para renacer que en primavera?

      Justo ese momento... ;)

      Beso, Caba.

      Eliminar
  5. Manuel con tampoco tiempo, ya sabe donde agarrarse y aferrarse con fuerza!!!
    Bsss

    ResponderEliminar